MILAN, COMO Y BERGAMO

Día 7 de Abril 2016
Por fin llegó la fecha.  Saqué los billetes en el Black Friday hace 6 meses y me voy con mi hermana y cuñadas. Salimos con Easyjet  destino Milán, región de Lombardía. El vuelo sale a las 20.45h y llegamos a Aeropuerto Malpensa sobre las 23.00h. Recogemos el coche de alquiler  que Alioli's Trips había reservado con Autoeurope; nos dan un Renault Clio Diesel. Tenemos la gran suerte de que incluye el GPS en el precio con lo cual así todo es más fácil. Contratamos seguros extras porque sólo teníamos el básico con franquicia y, dada la experiencia en otros viajes, ya decidimos completar seguros aunque salga más caro.

Llegamos al hotel "NH Machiavello" fácilmente metiendo la dirección (tenemos una buena tarifa por familiar de empleado). Aparcamos en la calle más cercana y es zona de ticket.  Ponemos un ticket hasta mañana a las 10.00h. que habrá que volver a cambiarlo. Hacemos el check in, dejamos las maletas en recepción y preguntamos por algún sitio donde poder tomar algo ya que venimos sin cenar.  Hay un bar cutrecillo en la misma calle, al que nos acercamos andando, y allí nos pedimos unos sándwiches  y unas ensaladas para terminar el día. De vuelta al hotel y, sin más, a dormir. La pega que tiene el hotel es que pasa un tranvía por debajo de la ventana de la habitación que molesta bastante hasta las 2.00am, con lo cual me costó dormirme bastante.

Día 8 de Abril 2016
Fachada Teatro
Bajamos a desayunar. El desayuno es muy completo y el café☕muy rico (cosa importante para mí). Pregunto en recepción qué podemos hacer con el coche, puesto que no lo vamos a coger para ir al centro. Hay un parking en el hotel que cuesta 20€/día y, tras muchas cábalas sobre si parking aquí, parking en el centro, papel de la hora, la chica de recepción nos ofrece 3 sitios que tienen en la puerta para personal del hotel. Así que ahí dejamos el coche sin cargo adicional de ningún tipo, y ahí ha estado todo el fin de semana. 
Teatro Della Scala (interior)
Empezamos a andar hacia el centro y llegamos a la Ópera, Teatro Della Scala. Aunque yo ha había estado en Milán, fue un viaje muy de paso y sólo lo había visto por fuera. Por fuera es muy feo. Sacamos la entrada para visitarlo por dentro. Es un teatro precioso y enorme; tiene una capacidad de 2800 personas frente al Teatro Real de Madrid que acoge 1746 personas. Se inauguró en 1778. Se estaba representando un ballet al que pensamos en ir por la noche pero no había entradas. Sold out!!!. Seguimos caminando y llegamos a las galerías de Vittorio Emanuele, galería comercial diseñada en el S. XIX (1877), famosa por encontrarse en ella las tiendas más lujosas, las mejores librerías y bares exquisitos con terracitas.
Galería Vittorio Emanuele
Habiendo visto muy recientemente (en Octubre) las otras galerías semejantes en Nápoles, Umberto I (1891) no sabría decir cuales me gustan más; creo que las de Nápoles. Dimos un paseo y nos hicimos cientos de fotos. La anécdota del día fue al hacernos un selfie con el palo cuando de pronto se nos unió un grupo de adolescentes; al grito de: "Qui le ragazze" nos encontramos rodeadas de adolescentes ¡¡juerguistas y divertidos!!. Atravesando las galerías desde la Scala se llega al Duomo. Lo que te encuen-
tras al cruzar el último arco de la Galería es absolutamente escalofriante, único.  El Duomo de Milán es una de las iglesias de culto católico más grandes del mundo, alberga 40.000 personas y es de estilo gótico. La 1ª piedra se puso en 1386 y se terminó su construcción en 1887. Uno de los hechos más destacados de la historia de la Catedral se dio a finales de la década de 1480 con la estancia de Leonardo da Vinci en Milán al servicio del duque Ludovico Sforza. El gran maestro del Renacimiento participó en las reuniones y disputas acerca del avance de los trabajos y proyectó varias soluciones para el cimborrio que finalmente no fueron llevadas a cabo.
Piazza del Duomo
Se conservan varios dibujos de su mano que muestran parte de sus propuestas. Leonardo abandonó Milán en 1499. 
En cuanto al interior es una catedral con planta de 5 naves y una altura que a mí me llamó la atención especialmente por exageradamente alta y que leyendo sobre la catedral me he encontrado con esto: "tiene una altura de 45 metros, sólo superada en un edificio similar por la incompleta nave central de la catedral de Beauvais", lo cual confirma mi primera impresión nada más entrar. También en el interior destaca el maravilloso suelo original de mármol, las 45 columnas todas ellas con estatuas en el capitel, el ábside que merece una atención especial debido a sus 3 inmensos ventanales con vidrieras considerados los más altos del mundo y los diversos altares.  
Interior de la Catedral
Para los cimientos fueron utilizados más de 1000 metros cúbicos de serizzo, especie de roca granítica que se encuentra en grandes bloques en las canteras, mientras que, para la construcción del templo, fueron necesarios casi 600.000 grandes bloques de mármol de Candoglia.  
Tras la visita completa a la Catedral, nos cogemos el tranvía, para ir a la Iglesia de Santa Maria delle Grazie donde tenemos reservadas las entradas para ver la Última Cena. Milán tiene tranvías antiguos de los que a mí me gustan y otros modernos, feos, feos. En este caso el que cogimos era antiguo. Soy una fan de los tranvías (como ya he contado en otros posts) creo que le dan a las ciudades su toque clásico y les confieren más elegancia que un autobús. Llegamos a la Iglesia pero es demasiado pronto para nuestra visita y no se puede entrar antes de lo estipulado, así que nos metemos en una cafetería llena de ejecutivos y gente comiendo el menú del día. Entramos sólo a
tomar algo porque -aunque es la hora de comer- todavía no tenemos hambre como para comer. Pedimos un zumo de tomate cada una y nos clavan 7€ por cada zumito; realmente Italia siempre ha sido más caro que España (ya con la Lira lo era). Después del zumo ya es la hora de nuestra visita al fresco La última Cena. Habíamos sacado las entradas por internet y la visita es con un número determinado de personas en cada grupo y con hora fija.
La última cena - Leonardo Da Vinci
El fresco (no es un cuadro contrariamente a lo que mucha gente piensa) está pintado entre 1495 y 1497 en una pared del refectorio del convento dominico de Santa Maria delle Grazie, declarado Patrimonio de la Unesco. Es un mural ejecutado en temple y óleo que pone los pelos de punta. Es realmente impresionante, tanto la pintura como todos los simbolismos que encierra. En 1463 el duque Francisco Sforza ordenó construir un convento dominico y una iglesia donde se encontraba una pequeña capilla dedicada a Sta. María de las Gracias
. El convento fue terminado en 1469 y la iglesia en 1482. El refectorio del convento está decorado 
Santa María Delle Grazie
con la famosa pintura de Leonardo.
Tras esta visita vamos caminando hacia el castillo y de camino nos paramos a comer. Es un sitio cualquiera que ya no tiene nada porque son las 4 de la tarde y sólo te dan lasaña; así que eso comimos, una lasaña, una bebida y el correspondiente café italiano, riquísimo. Después llegamos al Castillo Sforzesco que actualmente alberga un museo de arte. La construcción original en el lugar comenzó en el S.XIV. En 1450, Francisco Sforza comenzó a reconstruirlo, y fue modificado por generaciones posteriores. 
Castillo Sforzesco
Después del castillo, que no nos gustó mucho, vamos a coger el tranvía de vuelta al hotel, pero no es directo, tampoco encontramos ningún taxi libre así que nos metemos en el metro que es directo al hotel. El metro de Milán no tiene nada que ver con el de Madrid; por algo dicen que el de Madrid es el mejor del mundo y, desde luego, que lo es. Este es antiguo, con pocas escaleras mecánicas y las estaciones vejunas. Llegamos al hotel y descansamos un rato hasta la hora de irnos a cenar. Los pies se van resintiendo; un rato de horizontal más una ducha y de nuevo listas para salir a la calle. Vamos a cenar a un sitio que aparece en las guías que está de moda en Milán.  Se llama "Trattoria Toscana". Es un sitio original porque tiene una zona de restaurante, y al fondo una zona de copas como un jardín/terraza con sofás y zona chill out.  La cena estuvo muy bien y muy barata. 
Después de la cena y el gin tonic, nos volvimos al hotel y aparcamos en nuestra plaza particular en la misma puerta. Con el navegador es muy fácil moverse por las ciudades.

Día 9 de Abril 2016
Desayunamos y salimos tempranito hacia el Norte, concretamente hacia el lago de Como
El lago desde la carretera
La carretera es de Puerto, es decir de 2 sentidos, muchas curvas y pegada al lago, con cierto desnivel. ¡¡Preciosa por cierto!!.  Tras 50 km por esta carretera llegamos al pueblo de Como, pequeña localidad cuyo máximo atractivo es el lago y la Pza. del Duomo . Es una de las localidades de veraneo más frecuentadas de Lombardía. Su catedral se empezó en 1396, fue continuada durante el Renacimiento y terminada en 1740. La catedral se encuentra en una placita muy agradable con varios restaurantes con terraza. Damos una vuelta por
Lago desde la carretera
el pueblo, nos acercamos a la oficina de los ferrys a ver los horarios e itinerarios y decidimos coger de nuevo el coche y marcharnos a otros pueblos a orillas del lago para coger mejor allí el ferry y así visitar otros pueblecitos. Hemos llegado hasta aquí por un lado del lago con el coche y la vuelta la hacemos por el lado de enfrente, así tuvimos 2 visiones del lago distintas, ambas dos preciosas. Desde Como nos vamos hacia Bellagio; de camino paramos a visitar una Villa espectacular que está justo pegada al lago y tiene unas vistas inigualables de la otra margen del lago; es villa Melzi D'Eril. Los jardines de Villa Melzi se extienden a lo largo de la orilla del lago Como y se insertan armoniosamente en el
Pza y Duomo en Como
Jardines Villa Melzi D'eril
 cuadro de colinas de la península de Bellagio que divide las dos ramas del lago. Yo veo llamativo en este paisaje la visión de los alpes tan cercanos; estos montes tan inmensos muriendo en el mismo lago, le confiere un encanto añadido a este paisaje. En el interior del complejo de la Villa se encuentran la villa, la capilla y el invernadero de los naranjos, actualmente transformado en museo histórico, que constituyen una espléndida expresión del estilo neoclásico y, por ello, han sido declarados monumento nacional. Este complejo arquitectónico fue realizado entre 1808 y 1810. Tenemos la suerte de que hace un día fabuloso porque en Como estaba nublado y ahora hay un sol radiante☀. Salimos de la villa y volvemos al coche para llegar a Bellagio. Este es un pueblo muy turístico y está bastante lleno de gente pero hay un parking donde conseguimos dejar el coche.
Nos acercamos a la ventanilla de los ferryspara ver horarios y la mejor manera de hacerlo ya que hay múltiples ferrys (con coche, sin él) y múltiples posibilidades de recorridos para luego volver nosotras a Milán. Con esta importante información en nuestras manos nos sentamos a comer en una terracita encima del lago, sitio muy agradable pero absolutamente turístico y todo pre-cocinado. ¡Un puro trámite las comidas en este viaje!. Después de comer volvemos al coche porque ya es la hora de cruzar el lago con el coche en el ferry hacia Verenna. Realmente los pueblos son mucho más bonitos desde el agua que dentro de ellos, de ahí la idea mía de coger el ferry.
Comiendo. Siempre algún intruso......
Las vistas desde el exterior (o sea desde el ferry) hacia tierra son maravillosas. Hay unas casas-palacio colgadas de la montaña de un lujo máximo. El trayecto que hemos elegido es de 15 minutos en ferry y cuesta 6€ llevar el coche. Llegamos a Verenna. Bajamos el coche del barco y lo aparcamos en un parking. Os dejo aquí alguna muestra de las vistas de Bellagio y Verenna desde el lago.
Verenna y Bellagio desde el lago
Bellagio
Preguntamos por la casa de George Clooney❤y nos dicen que está más cerca de Como, en otro tramo del lago que no es este. Otra vez será...... el tomarnos el café con él......☕; así que nos sentamos en otra terracita y lo tomamos solas; ¡qué suerte con el tiempo!☀. Después del café, ya emprendemos el camino de vuelta hacia Milán desde Verenna que es por la margen derecha del lago. Para llegar a Bellagio vinimos por la parte central interior del lago. Ahora -se me ocurre- que, en vez de volver a Milán del tirón, pasemos por Bérgamo ya que esta carretera por la que vamos, pasa por Lecco y de ahí a Bérgamo es más directo que a Milán. Bérgamo está a 50 km de Milán. Es una ciudad preciosa con un casco antiguo maravilloso. Está dividida en dos zonas: la ciudad alta (Città Alta) y la ciudad baja (Città Bassa).
Entrada a Bérgamo (Città Bassa)
Piazza Vecchia (Cittá Alta)
La primera, como su propio nombre indica, está en la zona más elevada y alberga el centro histórico rodeado por una muralla. Por su parte, la parte baja de la ciudad, pese a que también es de origen antiguo y conserva sus barrios históricos, es la parte más moderna, donde se han construido las nuevas zonas de residencia. La ciudad alta, dentro de la muralla alberga la plaza medieval Piazza Vecchia, una de las plazas más bellas de Italia sobre la que asoman varios edificios y monumentos históricos como la Torre Cívica, que data del siglo XII-XV, el Palazzo de la Ragione, símbolo de la edad comunal a la que también llaman El Campanone, y que todas las noches a las diez da cien repiques de campana para recordar el toque de queda y la Domus Suardorum, del siglo XIV-XV, que hoy acoge la universidad, el edificio que aloja la biblioteca cívica y la fontana. Todo un descubrimiento Bergamo. La verdad que 

Italia es así, vayas donde vayas hay algo precioso que visitar. 
Nos sentamos en la plaza a beber algo y después damos un paseo por la calle principal cuajada de restaurantes, nos sentamos a cenar en "la bottega del luppolo", sitio normalito donde tomamos unas tablas de quesos y antipasti (embutidos italianos). Después de cenar caminamos hasta el final de la calle que desemboca en otra placita. Ahí tomamos un helado en una heladería artesanal riquísima "Gelatteria Cherubino". Volvemos a desandar lo andado y recuperamos nuestro coche que estaba aparcado ahí al lado. De vuelta a Milán por la autopista, con límites de velocidad absurdos (80-50, etc) todo el rato, que no nos saltamos en ningún momento para evitar las multas. Llegamos a Milán, aparcamos en "nuestra" plaza que parece que tenemos reservada y nos vamos directas a la cama porque ha sido un día largo.

Día 10 de Abril 2016
Hoy nos volvemos a Madrid. El vuelo sale a las 6pm. Hacemos el equipaje y lo bajamos a recepción. Desayunamos más tarde (hoy el horario de desayuno es hasta las 12 por ser Domingo), pagamos cada una lo nuestro, cogemos las maletas y las metemos ya en el coche porque no está claro cómo vamos a ir al barrio de Navigli (barrio de los canales) que está en la otra punta de la ciudad. Ha salido un día fabuloso y hace calor (20º). Ellas deciden que se van andando (son 5 Km), o sea aprox. 50 minutos andando.
 Yo, que acumulo el cansancio y me parece un sinsentido esa caminata con ese calor, decido que me voy en el tranvía (me encantan las ciudades con tranvía como ya sabréis los que seguís mi blog). Bueno.....pues resulta que no hay billetes de tranvía, así que decido ir en taxi porque el coche no lo vamos a mover por la imposibilidad de aparcar en aquel barrio. Llego con el taxi y DIOSSSSS aquello es como el rastro. Justo hoy es la "FIESTA DE LA PRIMAVERA" y no podéis ni imaginar lo que había allí de gente; uffffff no se podía ni andar y con ese calorrrrr .
La historia de estos canales es ésta: En el año 1179 se construyó una red de canales artificiales; sin embargo este proyecto duró poco tiempo.
Se trataba de una ruta por la que se transportaba tanto la mercancía como los pasajeros venidos de otros puntos de Europa. Es importante mencionar que gracias a ellos fue posible el traslado de los mármoles necesarios para la construcción del Duomo, la Catedral del centro de Milán. Hay que aclarar que trabajaron en este proyecto los mejores ingenieros de su momento y, la prueba de esto es que, incluso mirándolo desde nuestros días, puede descubrirse que se trató de un sistema innovador de presas, cuyo inventor no fue otro que Leonardo da Vinci
Puesto de cuadros

Hoy en día a ambas orillas se sitúan puestos de plantas, cuadros, etc. e infinidad de restaurantes. En una de estas terracitas me siento yo a esperar al resto ya que tardarían 1 hora en llegar. 
Me conecto a mi "oficina móvil" (o sea la wifi) y me pido un sprite. El camarero tarda media hora en traérmelo y, cuando por fin lo hace, me dice que son 10€. Miro a los sres. de al lado alucinada y ellos me dicen que se ha equivocado que debe pensar que he comido el menú y por eso me cobra esa barbaridad. Así que -sin abrir la lata- cuando se acerca le intento aclarar que no he comido y me dice -de muy malas maneras-: "Da igual, es obligatorio"; ¡menudo sinvergüenza!. Con las mismas, como no había abierto la lata, disimuladamente, me despido de los sres que comían a mi lado, me levanto y me voy a pasear por los canales. Comentar que nos han parecido muy bordes y poco serviciales los milaneses. En ese momento llegan las demás y vamos a otro de los canales donde están los cuadros hechos de hojitas y flores naturales; ¡una monada!. En este puesto María compró unos cuadritos ideales para su family.
Mi opinión de este barrio es que necesita un arreglo total de las casas, tienen que recuperarlo a base de limpiar y pintar esas fachadas, colocar unas flores en los balcones que le darían otro aire mucho más cuidado y mejorar la hostelería; ahora, para mi gusto, está viejo y es poca cosa (las fotos engañan). 

Desde aquí mismo cogemos el tranvía 9 (hay 17 línea de tranvía) que funciona genial, son 15 paradas pero es directo y nos deja al lado del hotel. 
Llegamos al hotel y, como ya tenemos todo hecho (maletas guardadas y hotel pagado) nos subimos en el coche y nos vamos al aeropuerto. Antes de llegar hay que salir de la autopista en un pueblo cercano para echar gasolina ya que no hay gasolineras en el aeropuerto; menos mal que lo habíamos preguntado al coger el coche, porque ya he tenido yo varias experiencias de llegar al aeropuerto y tener que volver a salir con la angustia de perder el vuelo. ¿A que no sabéis lo que hemos gastado de gasolina?⛽ 10€¡¡¡¡¡INCREIBLE!!!!!; sí, 2.50€ cada una (hicimos 300 km); en mi vida me había pasado esto con un coche de alquiler, pero claro es que con Fernando es vuelo bajo. En este caso este ahorro se ha debido a la velocidad a la que conducía María para no recibir multas porque hay infinidad de limitaciones en las autopistas por las que hemos circulado.
Llegamos al aeropuerto, pasamos los controles, nos hacen meter los bolsos en la maleta (cada día me parecen más engorrosas las low cost) y nos sentamos a comer una pizza.
Embarcamos y llegamos a Madrid sin ningún problema.

Hasta el próximo post con Alioli's Trips que será en Mayo con las Capitales Bálticas.
                                                                                                                                                                                               
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